Cese de la actividad empresarial

 

En el caso de que se esté planteando o deba hacer frente al cierre o traspaso de su negocio, puede encontrar información relevante al respecto a continuación.

Sociedades unipersonales

En el caso de que usted constituya una sociedad unipersonal, el proceso es bastante sencillo. Simplemente cese su actividad e informe de ello a sus clientes y proveedores. Deberá conservar los registros financieros y de cualquier otra naturaleza durante os 6 años posteriores al cierre.

Si utiliza un nombre comercial, deberá informar a la Oficina de Registro de Empresas de que ha dejado de operar en el plazo de 3 meses. Puede hacer esto mediante el Formulario RBN3 (pdf).

Puede cancelar su registro a efectos tributarios y de IVA presentando una Notificación de Cancelación de registro Tributario (Formulario TRCN1)(pdf) ante la Agencia Tributaria.

Sociedad

Disolución voluntaria

Si su negocio se encuentra registrado en forma de sociedad, es posible que desee cesar su actividad por jubilación o debido a razones personales. La liquidación es el proceso de disolución de una empresa, de modo que deje de existir, mediante el empleo de sus activos para pagar sus deudas. Un liquidador es la persona designada para cerrar la empresa, cuya función principal es deshacerse de los activos de la empresa, pagar o liquidar sus deudas y distribuir cualquier excedente entre sus miembros. Cuando una empresa se halla en proceso de liquidación, el liquidador normalmente asume los poderes de los directores. Hay 2 tipos de liquidación voluntaria, como se muestra a continuación:

Liquidación voluntaria de los miembros: Tiene lugar cuando los miembros de una sociedad capaz de pagar sus deudas deciden cesar su actividad. Parte de este proceso consiste en que la mayoría de los directores de la empresa debe efectuar una declaración de solvencia. Esta declaración implica que han analizado el estado de la empresa y creen que sería capaz de pagar sus deudas en un plazo determinado.

Liquidación voluntaria de los acreedores: Ocurre cuando una empresa no puede pagar sus deudas cuando corresponde. En ocasiones esto sucede cuando una liquidación voluntaria de los miembros se convierte en una liquidación voluntaria de los acreedores. En otros casos, tiene lugar cuando los miembros de una sociedad deciden que la deuda de la misma es tal que debe ser disuelta mediante una liquidación voluntaria de los acreedores.

Insolvencia

La liquidación involuntaria implica que la liquidación de una empresa es decretada por un tribunal. Esto sucede en la mayoría de los casos a instancias de algún miembro o acreedor de la sociedad. En determinadas circunstancias, puede suceder por orden del Ministro de Economía, Empresa e Innovación. El tribunal designa al liquidador y supervisa el proceso de liquidación.

El tribunal podría designar a un síndico en aquellos casos en que se concurra un acuerdo de préstamo. El síndico es designado para tomar el control de los activos de la sociedad que hayan sido utilizados para avalar un préstamo, como una hipoteca. Cuando un préstamo haya sido avalado con activos de la sociedad, el síndico venderá dichos activos en nombre del prestamista.

Si una sociedad es intervenida, esto implica que la situación financiera de la sociedad es delicada, pero que la empresa es aún potencialmente viable. Un interventor es una persona designada por un tribunal para evaluar la situación financiera de sociedad y elaborar un plan de rescate.

Los empleados y el cese de la actividad empresarial

Cuando una empresa cesa su actividad, la ley salvaguarda los derechos de los empleados.

Si ya no requiere los servicios de algunos de sus empleados (ya sea porque tenga dificultades financieras o porque se halle en un proceso de reorganización de su empresa), es posible que necesite despedirlos. En caso de ser despedido, todo empleado que cumpla los requisitos tiene derecho a percibir la indemnización por despido que le corresponda.

Debe asegurarse de seguir los trámites adecuados. Estos incluye la existencia de criterios de selección justos, la notificación al empleado con al menos 2 semanas de preaviso y el pago de la indemnización debida al empleado en la fecha del despido. Sus empleados podrían tener derecho a presentar una reclamación por despido improcedente si consideran que fueron seleccionados injustamente para ser despedidos o si consideran que realmente no se dan las circunstancias aducidas para justificar el despido.

Información adicional

Oficina del Director de Aplicación del derecho de sociedades

Comisión de Relaciones Laborales - extinción de la relación laboral

 


 

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